¿Qué es la terapia craneosacral?

La terapia craneosacral es una corriente terapéutica que surgió a finales del siglo pasado de la mano del Dr. William G. Sutherland,  osteópata estadounidense.

A través de sus investigaciones Sutherland descubrió la existencia de un «impulso», percibido a través de la palpación como un movimiento respiratorio sutil, a nivel de todas las estructuras que forman el sistema craneosacro y que se transmite al resto de tejidos del organismo.

¿Cuál es la conexión entre el cráneo y el sacro?

Anatómicamente el cráneo y el hueso sacro (hueso triangular situado al final de la columna lumbar y entre los dos huesos iliacos con los que forma la pelvis) están conectados entre sí a través de la duramadre, que es una de las tres meninges que recubren el cerebro. La duramadre envuelve el encéfalo asegurando su posición dentro del cráneo y dándole protección, y se continua hacia abajo recubriendo la médula espinal hasta insertarse en el el sacro y en el coxis (rabadilla).

Todas estas estructuras junto con el líquido cefalorraquídeo y los huesos del cráneo, dan lugar al sistema craneosacro. El líquido cefalorraquídeo se forma y discurre dentro de todo este sistema, moviéndose impulsado como una especie de «bomba hidraúlica» por medio de cambios de presión, dando lugar durante las fases de llenado y vaciado a pequeños movimientos entre los huesos del cráneo.

 

El ritmo craneosacro

Este bombeo de líquido cefalorraquídeo es el que percibe el fisioterapeuta con sus manos, semejante al ritmo cardíaco o respiratorio, pero mucho más lento y sutil, al que se denomina «ritmo craneosacro o movimiento respiratorio primario».

En condiciones de salud, el ritmo craneosacro se siente con unas características determinadas de frecuencia, amplitud, vitalidad, etc.; que pueden verse alteradas en presencia de enfermedad, en el sentido más amplio de la palabra; como por ejemplo tras un golpe físico, en presencia de tensiones, o si existen problemas emocionales (sobre todo después de un trauma emocional intenso).

¿Cómo es una sesión de terapia craneosacral?

Durante la terapia craneosacral, con la colocación de forma muy suave de las manos en el cráneo principalmente, escuchamos cómo es el ritmo, detectando si existen cambios en sus características y si los huesos del cráneo se mueven de forma sincrónica o si de lo contrario hay alguna restricción o traba en su movimiento como consecuencia de la tensión en los tejidos intracraneales.

A través de pequeñísimos estímulos manuales ayudamos a que estos  tejidos intracraneales suelten sus tensiones al estimular su movimiento.

La intención última de esta terapia es que al liberarse y equilibrarse las tensiones dentro del sistema y del organismo en general, el ritmo craneosacro recupere la normalidad.

 

¿En el tratamiento de qué patologías es especialmente efectivo?

El tratamiento, por su suavidad y por actuar directamente sobre el Sistema Nervioso regulando su actividad y la de otros sistemas con los que está directamente relacionado (musculoesquelético, respiratorio, vascular…), disminuye el tono muscular y resulta profundamente relajante.

Se puede utilizar la terapia craneosacral como tratamiento principal o también como complemento de otras técnicas.

Es especialmente beneficiosa en el tratamiento por ejemplo de: